Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, aseguró que hay una mucha gente en la calle junto a una gran indisciplina social y quienes están "pagando los platos rotos" de esa situación, son los empleadores formales y el comercio formal. Cabal insistió que muchos comerciantes formales estaban esperando una reapertura y ahora tendrán que sufrir un nuevo aplazamiento que sacrifica el empleo formal.
"Los comerciantes informales ya están en la calle y eso evidencia una indisciplina social y por eso prolongan la cuarentena. Con una población del 48% de la informalidad, esa gente está en desobediencia civil porque si no sale a la calle, se muere de hambre".
El presidente de Fenalco reiteró que el virus no está presente en un centro comercial o en los supermercados, en donde se están cumpliendo todos los protocolos de bioseguridad. Cabal aseguró que el coronavirus está circulando en la calle y en las zonas donde se reúne el comercio informal.
¿Panorama en los centros comerciales?
Jaime Alberto Cabal explicó que la mayoría de centros comerciales han tenido que funcionar a medias, pues siguen asumiendo gastos de limpieza, vigilancia y energía, porque en su interior hay bancos o supermercados que están operando.
No obstante, Cabal indicó que el flujo de personas que ingresa no compensa el gasto que cada centro comercial debe asumir. "No entendemos por qué en el caso de Bogotá, no se habilitan con los protocolos de bioseguridad que se abran los centros comerciales, como estaba previsto".
"La situación de los centros comerciales es muy complicada, entre grandes y medianos, donde se abarca más de 4000 locales".
En este sentido, el presidente de Fenalco alerta que el comercio al por menor será seriamente golpeado, pues en abril las ventas del comercio se fuero a pique en un 80% en todos los comerciantes.
"Ventas de calzado cayó en un 81%, los únicos comportamientos aceptables fueron en ciertos electrodomésticos, celulares y tabletas".
Finalmente, Cabal se refirió a la iniciativa de los tres días sin IVA la cual consideró como una propuesta muy buena para "aliviar el bolsillo de los colombianos que necesiten comprar y para despertar la demanda del consumo". No obstante, indicó que existe una gran preocupación entre los comerciantes de Bogotá porque un encierro hasta el el 15 de junio haría imposible realizar esta actividad.